
18 Jun Planimetría: Un concepto fundamental en el acabado del contraencolado
El proceso de contraencolado consiste básicamente en adherir una lámina de papel o de cartón impreso sobre otra superficie, generalmente cartón ondulado.
El objeto de este proceso es conseguir un material de envase resistente pero con poco peso. Estos requisitos de resistencia dependerán del producto a envasar y, sobre todo, del resultado que se quiera obtener del propio envase. Por este motivo, la selección idónea de los tipos de papeles, gramajes, altura de onda, etc. debe ser realizada de forma conjunta entre el propio fabricante (conocedor del proceso y de las características que va a conseguir), y el cliente, quien sabe los requisitos que va a tener su envase, bien por su propio proceso de fabricación, por el almacenaje, por la utilización final del envase, etc.
Este análisis conviene hacerlo en la misma fase de diseño del envase.
Existen diferentes sistemas de contraencolado, pero los más habituales son el semiautomático (con el cartón ondulado fabricado previamente y donde se realiza el pegado de la hoja impresa sobre el mismo), y en línea (donde el ondulado se fabrica a la vez que se pega la hoja impresa).
La planimetría, o la planitud del material es un concepto fundamental, porque un material «curvado» dará lugar siempre a problemas, tanto en el proceso posterior de troquelado como en el propio proceso de envasado del cliente. Este aspecto está muy ligado a la humedad del material, y de ahí la importancia de controlarla.
El volteador de pilas es una solución para asegurar una buena planimetría en el acabado final, a la vez que se consigue un apilado automático y por tanto una mejora importante en la productividad. La unidad de apilado y volteo es una opción que se puede instalar después de cualquier máquina contraencoladora. El operario puede elegir el número de hojas que formarán el paquete a voltear, dependiendo del grosor de hoja. La unidad voltea una pila y la entrega a la pila de salida, el siguiente paquete no es volteado y va directamente a la pila. De este modo se consigue una pila perfectamente apilada y lista para cargarla con la traspaleta directamente a la troqueladora o al alimentador de nuevo para realizar un contraencolado a dos caras.
La unidad de apilado y volteo es una solución ergonómica excelente para el operario, ya que asegura un perfecto acabado y posterior procesado incluso cuando el material no está en condiciones de humedad y planimetría óptimas.
A continuación les mostramos un video de una de nuestras soluciones en volteo y apilado automático, el volteador Compact
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